El guion que me llevará a la fama

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Viaja guay con la gripe A

En verano el uso de transportes públicos se puede convertir en una experiencia de pesadilla. No obstante, no será así este verano si sabes aprovechar a nuestro amigo el virus H1N1. Aquí hay unos prácticos consejos para quedarte sólo en el vagón y de paso reducir aún más tus posibilidades de hacer amigos:
*Tose encima de la gente. Si alguien se queja dile que el aire es de todos
*Comenta a los que hay a tu alrededor lo agradable que ha sido tu viaje a méxico.
*Si tienes huevos diles que a la vuelta te saltaste los controles "porque todo eso de la gripe del cerdo es una gilipollez"
*Una imagen vale más que mil palabras. No olvides echar mercromina en los pañuelos en los que tosas.
*Aprende a simular cualquiera de estos síntomas: fiebre, espasmos, calambres ventriculares, insuficiencia respiratoria y/o diarrea incontenible.
*Comenta casualmente que el virus H1N1 tiene una tendencia mucho mayor que el de la gripe común a provocar neumonía
*Finge ser el marido de la señora musulmana muerta recientemente por la gripe A y ponte a salivar y llorar a los que están a tu alrededor. ¡COMBO! Si encima llevas una mochila y empiezas a hablarles de venganza hacia los infieles tendrás el vagón para ti sólo
*Si alguno con todo esto se niega a cederte tu indiscutible puesto preferente amenázalo con infectarlo con sida (siguiente nivel pandémico)
EN LA PRÓXIMA ENTRADA, PRÁCTICOS CONSEJOS PARA COMER DE GORRA

Día de economist 1.0

Miro el reloj. Las doce y media. Todavía no he repartido ni la mitad de las revistas. Dios, ¿qué he hecho yo para merecer esto? Lo único qe quiero hacer es echarme al suelo y ponerme a llorar en posición fetal mientras me voy deshidratando hasta la muerte.
Pero no, mi conciencia es ahora una cuenta regresiva. Mis tablas de la ley son ahora cinco hojas de papel reciclado sin numerar, que contienen al otro lado mi trabajo de química analítica sobre las valoraciones ácido-base.
Los números pasan inclementes ante mí. El carrito pesa. Huelo a sudor. Nunca en mi vida he tenido el pelo más enrredado. ¡Y una puta vieja me dice que no reparta papelajos! Me contengo para no practicarle un examen de próstata por medio del carrito.
En mi vida he bebido más coca-cola. Si bebiese tanta coca-cola todos los días me volvería como el tío guapo de ese anuncio tan famoso de coca-cola, porque es ligth. No sólo ligaría, sino que además podría pegarle una paliza a nico por haberme metido en este infieno.
Hace tiempo que he dejado de intentar desvelar los misterios del mapa. Pregunto a la gente por todas las calles; es más rápido y molesto más. Intento no mirar la hora, porque sé lo que me voy a encontrar. Hoy en mates explicaban ANOVA y me lo voy a perder.
El placer de llegar hasta Bravomurillo, lugar cercano a mi casa, es una gota de agua en comparación con el mar de revistas que contiene el abismo del carrito. Ya sé que debería conocerme el nombre de la calle paralela a la de mi casa. Ahora lamento amargamente no haberme fijado más en los nombres de las calles. Ni siquiera el suùestamente bondadoso Guzman se ahorra el placer de verme andar en vano cien metros por confundirme de sentido. ESTO ES UNA MIERDA.
En el futuro, los repartidores del economist llevarán carritos con superconductores en vez de ruedas. En el presente nos jodemos. Estoy haciendo más brazos que un cani.
Paso por un sitio más pijo que la sede del PP. Es el CEU, pero encima es la facultad de derecho. Si llevase una bomba en el carrito dejo en luto a la mitad de peces gordos de españa. La idea se hace más tentadora aún cuando todos me miran como un pobre paria cuyos padres no tienen ningún chalet en Baqueira.
¡Dios! ¡Parece que esto se acaba! Juan Pedro me llama. Le digo que sólo me quedan dos revistas. Es medio cierto, porque también me queda anotar. Paso por delante de la casa de una señora que ha causado todos mis traumas infantiles.
Las escas manzanas hasta la tienda de guillermo se me hacen interminables. Llego, saludo a Juan Pedro y me voy
Como en el Burguer King. Son las tres y media y apenas puedo moverme. Pero todavía queda gente a la que salvar y clases a las que asistir. No hay descanso para el mal

¡Pa chulo chulo, mi pirulo!

Ante el post fascista y opresivo colocado por mi colega Dawson (parece que sólo escribo en respuesta a post suyos)en su blog; me veo obligado a actualizar para declararle formalmente una guerra intelectual.

Mi relato cumple con las bases del concurso, ya que es un relato de terror realista, muy de moda hoy en día. y aunque esto no fuera cierto, la poca participación que ha presentado el concurso hará que lo acepten de todos modos.

Sólo el tiempo dirá quién vencerá en esta épica batalla. Así mismo, en cuanto el "acierto" del jurado sea hecho público, tendré a bien colocar mi relato en exposición en este blog.

¡Deseadme suerte!

Plan para el futuro (o el pasado)

Vamos a masticar un poco más el ya masticadísimo tema de los viajes temporales hablando de una idea reciente que tuve para pasar a la historia. Soy de las pocas personas en el mundo que van a poder realizar este hito, y todo ello gracias a mi apellido : Sampedro.

La historia de mi apellido es de gran trascendencia social y cultural, ya que se asienta en los negocios más antiguos del mundo (Att. chiste de mal gusto) : Ser judío y la prostitución. En esa maravillosa época que es la Edad Media era común usar nombres de santos para apellidar a dos tipos de pecadores conversos: los judíos y los hijos de puta.

Para todo este tema he de suponer que a el primer portador de mi apellido se le puso éste por ser un filio de putana. Pero en realidad, no hay que suponer nada, ya que todo esto ya ha sucedido. Así mismo, mi plan no funcionará si soy estéril, pero ahora demostraré, no es así pues ya he tenido un hijo. Soy mi propio antepasado.

Meditando sobre ello la deducción es lógica. Un antepasado mío era bastardo, yo me he dado cuenta de ello y me he percatado de las posibles consecuencias que esto podría presentar. Así pues mi teoría es que hace mil y pico años me acosté con una protituta medieval, y el bastardo que nació fue mi antepasado, bautizado más tarde como Sampedro.

Y esto nos lleva a las dos conclusiones guays del tema:
1) Soy como Chuck Norris, perdí la virginidad antes que mi padre
2) Soy/seré el inventor de la primera máquina del tiempo.

Ya me he puesto a trabajar para buscar el método para viajar en el tiempo, con muchos ánimos ya que sé que tendré éxito en ello. Estos son las principales ideas que he tenido:
1) ¿Os habéis fijado que cuando nos lo pasamos bien el tiempo se pasa muy rápido, pero que mientras nos aburrimos pasa muy lento? A partir de este fenómeno cuántico es sencillo fabricar una máquina del tiempo
Todo lo que tengo que hacer es crear una máquina que haga a la vez que te diviertas tremendamente, y que te aburras mucho. Será necesario que el tiempo pase a la vez muy rápido y muy lento. Esto sólo puede ocurrir de un modo, el tiempo pasará muy rápido, pero en sentido inverso. No veré el tiempo de que termine la actividad, pues ni siquiera la habré comenzado.

Los bocetos en los que ahora trabajo se basan en un montaña rusa espectacular, en la cual se viaje en cabinas con cine incorporado. Será necesario una selección de las películas más coñazo de la historia para que el proceso físico se desarrolle correctamente. Para ello tendré que hacer que el festival de Cannes patrocine mi proyecto, así como comprar los derechos de autor de Mary Poppins y por supuesto toda la filmografía de Lans Von Trier.

2) Es un hecho que todos los viejos que existan desearían que nosotros los jóvenes hubiéseos vivido en su época (¡Hambre de ocho años es lo que tendrías que tener! ¡Yo cuando tenía tu edad trabajaba 20 horas en las minas de ácido para poder beber agua fecales procedentes de la ciudad!). Aprovecharemos este fenómeno para provocar el viaje espacio temporal.

Múltiples físicos teóricos consideran hoy en día que la voluntad humana podría ser capaz de modificar el espacio-tiempo tal y como lo conocemos. Pese a que más tarde se reveló que estos personajes no eran físicos sino que habían falsificado sus diplomas; eso no significa que sus teorías sean menos interesantes.

Así pues mi objetivo es enfadar a todos los ancianos de españa en el mismo instante por medio de acciones estratégicas en los núcleos principales de ancianos : los parques y las estaciones de autobuses. Gracias a ello en ese instante todas las conciencias de los viejos formarán una interferecia constructiva que formará una deformación en el espacio tiempo, la cual atravesaré.

Será necesario calcular el número de ancianos necesarios para que el agujero de gusano me conduzca hasta el año deseado. Una vez allí sólo quedará el paso final.

Y aquí es donde el lector suspicaz pueda haber encontrado el problema. ¿Cómo pienso seducir a mi antepasada, una mujer probablemente atractiva y con un comportamiento social completamente distinto al mío?...


¿Alguien tiene por ahí un doblón de oro?

Llegarían muy rápido, pero muertos.

Recientemente un filósofo apodado entre su grupo como "Dawson" estableció las bases para un nuevo medio de transporte de aparente genialidad. Por supuesto, no se trata sino de una teoría pseudocientífica basadas en el pensamiento idílico de su defensor. Mi responsabilidad como científico es romper los sueños de la gente. Éste artículo ha sido escrito con esa mera intención.

Por piedad para "Dawson" analizaremos su teoría como un viaje de 30 segundos de Nueva York a Lisboa, pese a su intención fuese la de un viaje "instantáneo". Nuestro barco tendrá la masa media de un trasatlántico 100.000 toneladas. Como veremos enseguida, ni siquiera este tamaño conseguiría amortizar los gastos del viaje...

En primer lugar atacaremos la principal idea de su pensamiento, la fase I de su procedimiento: estirar la goma. Ningúna máquina sería capaz de estirar una goma con un coeficiente de elasticidad tan grande. A diferencia de nuestro amigo Dawson nuestras conclusiones se fundan en hechos científicos. Calculemos en primer lugar la aceleración media que tendría que sufrir nuestro trasatlántico. Para ello hemos de aplicar la ecuación de cinemática de movimiento rectilíneo e uniformemente acelerado.

Estamos hablando de tan sólo de 6384 metros por segundo cuadrado. Pero, esto es sólo la aceleración media!!!! Una goma no produce una aceleración constante, así que supongamos que cuando llegue a nueva york la aceleración que sufriría el barco fuese cero. Perfecto, así q inicialmente nuestros pasajeros se someterían a una aceleración de más de doce mil metros por segundo cuadrado (casi na). Que según la ley de newton conllevan una fuerza elástica de 1,9*10^11 N sobre nuestro barquito... Y finalmente aplicando q F=k*x obtenemos que la constante de nuestra goma es....

351361 N/m... Según mi amada madre, profesora de física, es del todo imposible que exista una goma con esta constante de elasticidad. De todos modos, para estirar esta gomaharía falta atarla a algún planeta en órbita, si eso...

Pero de todos modos en realidad la aceleración a la que los sometiese la goma debería ser muchísimo mayor, ya que nuestro amigo Dawson se olvida del rozamiento. A día de hoy es imposible hacer barcos más rápidos debido a un hecho obvio, el alto coeficiente de rozamiento del agua hace que a velocidades altas la energía gastada por rozamiento sea casi infinita. De echo, todos los barcos de altas velocidades actuales lo que hacen es flotar sobre la superficie del agua por medio de corrientes de aire. A un barco viajando a esta velocidad en el agua le ocurriría lo que a una estrella fugaz, ardería en segundos.

¿No parece una viaje paradisíaco para multimillonarios, verdad? Pero eso no es todo. Pasemos a nuestras amigas las fuerzas G. Como seguramente sabrán, cuando sometemos a un cuerpo a una aceleración, éste se resiste a ser acelerado, es por ello que las neuronas de Dawson se resisten a entrar en movimiento para meditar sobre sus ideas...

Bien, todo esto provoca las fuerzas G. Las fuerzas G no son en realidad fuerzas, si no una manera de expresar los efectos sufridos por una persona cuando es acelerada. Ésta sentirá un peso sobre sí igual al número d Gs al que está siendo sometida por su peso. Excelente, veamos a q fuerzas G nos somete el invento de Dawson...

Bueno, no son gran cosa... Tan sólo fuerzas 1276 G. Al parecer, según la diosa Wikipedia, las fuerzas G laterales máximas que puede soportar un ser humano sin entrenamiento son 17 G. Los pasajeros de este maravilloso Argos sentirían al principio de ésta odisea cómo se convertirían en un fina hoja de carne y huesos sobre su asiento. Al cabo de treinta segundos llegarían a nueva york, donde se podrían fabricar hamburguesas con lo que quedaría de ellos...

Continuemos , por si con lo que os he dicho no os ha servido para que corráis a inventir corriendo en el invento de Dawson, queda otro pequeño detalle. Las gomas se rompen. Cualquiera que haya estirado unas cuantas veces una goma, habrá observado q estás al cabo de un rato se agrietan. Como ya hemos explicado la goma para ésta historia debería ser fabricada de algún material especial (polvo de hadas, seguramente) y no sería precisamente barata, ya que debería medir varios cientos de kilómetros. Y aún con esas, nos valdría para diez viajes...

Y por último hablemos del sistema de frenado. Cualquier sistema de frenado basado en un sistema elástico es absurdo, ya que estos sistemas se caracterizan precisamente por oscilar. Una vez nuestro barco hubiese llegado a frenar, en nueva york, empezaría a retroceder ya que tiraría de él la goma en lisboa... Conclusión, los robots tripulantes de la nave tendrían un instante para lanzar los cadáveres de los pasajeros al puerto, antes de volver hacia atrás quedando oscilando un tiempo hasta quedar en algún punto entre nueva york y lisboa.

¡Les deseamos un buen viaje en Navieras Holocausto! ¡Ya conoce nuestro lema, sólo viajes de ida!

Identidad de camping

"Eres la voz en off que hace los comentarios ingeniosos" Ya está,ella lo dijo, la gente rio y continuaron jugando en el interior de la tienda. Ahora, más de un año después, me planteó visitar a esa persona para decirle que a día de hoy es la persona que mejor me ha descrito.

Y es que cada vez que estoy en un grupo, sólo veo como vomitan palabras y más palabras sin sentido. ¿Como iba yo a estar con ellos? No, yo estoy muy lejos, tal vez en algún pensamiento lunático, pero al menos no allí. Yo soy el bufón obediente, el guionista silencioso que toma cada una de sus palabras y las recicla cuando puede.

No, yo no estoy allí. Yo tan sólo soy un cómico aburrido que susurra en un micrófono chistes malos que lee de un guión. La gente ríe, pero él no puede escucharles porque ya está concentrado en busca de nuevas palabras que deformar hasta hacer absurdas.

Tan sólo soy ese chico extraño y encantador que recita desde su habitación palabras sin sentido. Nadie sabe que existe, sólo conocen su voz metálica, porque él nunca ha estado con ellos. El día que esa voz calle alguien dirá, "¡Vaya, parece que no era tan ingenioso!" y el telón bajará.

Pero hasta entonces allí estará él. Haciendo chistes con lo que debería escribir una elegía, una elegía al pensamiento. Susurrando palabras con su voz de hierro, convirtiéndose poco a poco en algo aún peor que ellos.

El suicidio

De todos los fenómenos naturales, pocos son tan interesantes y morbosos como el suicidio. Si bien el momento de la aparición del suicidio es desconocido, sí se sabe que es anterior a la aparición del hombre, la vida, el universo y “Saber y Ganar” (si bien este último dato causa hasta hoy controversia científica). Aparte, tal y como demostró Stephen Hawking en su libro “Diez secretos del Universo que no me ayudarán a andar”; el suicidio existe en todos y cada uno de los universos paralelos.

La rama de la ciencia encargada de estudiar el suicidio es la odontología. Gracias a sus trabajos, a día de hoy sabemos que el único ser vivo incapaz de suicidarse es la coliflor.

El suicidio ha tenido una importancia capital en la historia de la humanidad, en el sentido de que ha hecho que muriesen muchas personas. El suicidio prehistórico es un tema interesantísimo y de tremenda repercusión social y es por ello por lo que no hablaremos de él.

Es en Egipto, hacia el año 2048 AC donde los atentados contra la vida propia comienzan a tener una popularidad importante. Nacen así los suicidios colectivos y el suicidio artístico, siendo (en palabras del faraón Mentuhotep III) “un espectáculo de tremenda sensibilidad y talento”. De hecho, hoy sabemos que el holocausto de los primogénitos del que habla la Biblia fue en realidad un suicidio colectivo organizado por Moisés.

Múltiples personas de tremenda inteligencia de la Grecia y Roma clásicas, tales como Sócrates o Séneca, cometieron suicidio; lo cual nos hace pensar que tal vez no eran tan inteligentes. En aquella época era común cortarse las venas en una bañera para que así la sangre pudiese ser empleada para la manufacturación de morcillas.

En la Edad Media el suicidio perdió importancia, haciéndose más populares otras técnicas de muerte como la horca o la hoguera. De todos modos conocemos que en aquella época el método más empleado era el lanzarse al vacío desde torres, tal y como nos dicen obras como “La Celestina” que al ser de ficción contienen información de indudable certeza.

Pero sin duda alguna el suceso más importante para la historia del suicidio fue protagonizado por Fermat. Fue él quien planteó una regla de tres que al resolverse descubriría un dato fascinante. Esa regla de tres es la que sigue:

1 noche de sueño------------------- 1 pastilla para dormir

Infinitas noches de sueño------------------- X pastillas para dormir

Así Fermat se convierte en el primer matemático en descubrir algo útil para la vida real. De todos modos su descubrimiento fue injustamente descategorizado y olvidado ya que en su época no existían los medicamentos.

Fermat debería esperar hasta el siglo XX (es una expresión, ya que murió antes) para que su fórmula saliese a la luz y cobrase fama. Comienza así la III extinción humana, hecho sobre el que, hasta hoy, nadie se ha atrevido a hacer una película.

El suicidio pasó a ser una muestra de buen gusto y múltiples artistas lo emplearon como método para aumentar las ventas. Hacia 1950 la situación era insostenible y se calcula que todos los habitantes del mundo habían intentado suicidarse al menos dos veces. Se declara así el estado de emergencia y los pocos supervivientes se guarecen en cápsulas de hibernación para reprimir sus deseos de tomar barbitúricos. Muchos historiadores consideran que analizando las horribles modas que tendrían que vestir esos hombres, más les habría valido no haberlo hecho.

En la actualidad el suicidio se mantiene con una celebridad moderada. Es de mencionar que en Japón es deporte nacional y “100 metros vacío” es una categoría Olímpica desde los juegos Barcelona 1992 (en los cuales ganó nuestro compatriota Vladimir Krutoski, quien desgraciadamente no pudo recoger la medalla).

El suicidio no profesional produce hoy en día opiniones dispares. La ciencia ha desarrollado múltiples métodos para evitarlo, tales como los antidepresivos y los masajeadores de cabeza. Sin embargo, la mayoría de los que intentan suicidarse reinciden, lo que nos hace pensar que la experiencia debió ser agradable.

Por último deseamos informar que la intención de este artículo es meramente informativa y que en ningún modo trata de inducirte a suicidarte. En todo caso “obligarte” sería una palabra más adecuada.